Santiago le dijo a Santiago que no estaba muy bien. Mucho humo, mucho ruido. Santiago le dijo a Santiago que se quedara tranquilo, los cerros seguían ahí, el río no ha dejado de correr y a pesar de todo, Santiago aún mantiene la esperanza en su gente, que no por ingrata, olvida el cariño por este valle.
Santiago espera a Santiago. En los andenes, los paraderos, en las caras que reflejan las ventanas, en el corazón bajo el uniforme escolar, laboral, social. Santiago nunca espera en vano.
Santiago espera a Santiago. En los andenes, los paraderos, en las caras que reflejan las ventanas, en el corazón bajo el uniforme escolar, laboral, social. Santiago nunca espera en vano.
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